Resulta lamentable Rconstatar que por segundo año consecutivo, nuestro país se mantiene en el puesto 54 de 61 países que compiten en el ranking de competitividad que realiza el Institute for Management Development (IMD) de Suiza.
Según información dada por los representantes de Centrum Católica, que es la organización en el Perú con la cual el IMD ha coordinado la muestra, nuestro país se estancó producto de los magros resultados alcanzados en los cuatro pilares que componen el ranking: desempeño económico,
eficiencia en el gobierno, eficiencia en los negocios e infraestructura.
Según Fernando D’Alessio, director general de Centrum, el puesto ocupado por el Perú se explica porque en el pilar “Desempeño económico” mantuvimos el puesto 50, en “Eficiencia del gobierno” pasamos del puesto 37 al 41, en “Eficiencia de los negocios” nos mantuvimos neutros (50), mientras que en el pilar “Infraestructura” subimos marginalmente un puesto (del 60 al 59).
El destacado académico señala que el resultado refleja lo poco o nada que se ha hecho por mejorar la competitividad del país. Él mismo agrega que en lo que respecta, por ejemplo, a la eficiencia del gobierno, el resultado es terrible ya que se han retrocedido cuatro puestos. Es decir, tenemos un Estado incapaz de gestionar adecuadamente los recursos con los que cuenta el país y con los que debería asegurarse el bienestar de la población.
Frente a esta lamentable situación, la Confederación Nacional de Comerciantes, CONACO, considera necesario que el próximo gobierno se aboque a llevar a cabo la tan esperado Reforma del Estado. Es decir, lograr un aparato estatal realmente eficiente, con funcionarios altamente calificados y donde el drama de la tramitología se termine de una vez por todas.
Asimismo, urge la inversión en el mejoramiento de nuestra infraestructura y en la modernización de nuestro aparato público.
También hay que insistir en el mejoramiento de la política ambientalista, en la salud, en la tecnología. En fin, hay que hacer una verdadera reforma que ataque la raíz del mal y no se vea el problema de manera superficial.
