La propuesta del presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), de reducir de 18% a 17% el Impuesto General a las Ventas (IGV), con el propósito de alentar la formalización en el país, es un tema que aún se mantiene caliente y que parece no convencer a muchos en cuanto a su objetivo.
Es más, ante el estancamiento en la recaudación tributaria hecha pública por la vicemistra de Economía, Claudia Cooper, el planteamiento resulta aún más difícil de entender.
Efectivamente, la funcionaria del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ha declarado hace pocos días, que existe mucha preocupación en este órgano del Estado por la caída en los ingresos públicos debido al retroceso de la recaudación del IGV y del Impuesto a la Renta (IR) durante los años 2014 y 2015.
La viceministra del MEF señaló que en los dos últimos años (2014-2015) los ingresos por impuestos (tributos) han experimentado caídas muy preocupantes de aproximadamente 2%. Es más, advirtió que esta misma tendencia se repetiría este año y que en el 2017 habría la posibilidad de que se estanque y que, es más, mejore al punto que se pueda recaudar 12 mil millones de soles más que este año.
Ahora bien, los funcionarios del MEF señalan que si bien la caída en la recaudación se debió a un menor ingreso por concepto de IGV e IR durante los años 2014 – 2015, también lo es que, en relación a este último, el gobierno anterior aprobó su reducción progresiva de 30% a 26% en el 2019. Es decir, se “enfrentó” la caída de la recaudación tributaria, originada a su vez por la caída de los precios de nuestros commodities, reduciendo impuestos. Como dirían los bomberos, se quiso apagar un incendio con gasolina.
Por lo expuesto, queda claro que la propuesta de seguir reduciendo impuestos no resulta tan buena teniendo en cuenta las condiciones en las que se encuentra el tesoro público.
La Confederación Nacional de Comerciantes, CONACO, reitera su posición en cuanto a reflexionar muy responsablemente ante una propuesta que, en el mejor de los casos, no cumpla su cometido en tanto a la formalización, pero en el peor, origine daños económicos tremendos que terminemos pagando todos.